jueves, 17 de marzo de 2011

Anexo de iluminación (tablas y fotografías explicativas)




Apuntes diseño: Iluminación de interiores

LA ILUMINACIÓN EN EL DISEÑO DE INTERIORES

En la actualidad, los centros laborales y lugares en que vivimos o nos encontramos, son algo más que un mero lugar de trabajo u ocio, son entornos en los que las personas y sus necesidades deben ser puntos de máxima atención para el diseñador de iluminación. Por lo tanto se exige que las soluciones tomadas en una instalación de iluminación sean parte de un conjunto, soluciones que generen ambientes agradables, ergonómicamente correctos y energéticamente racionales.
Los factores fundamentales que se deben tener en cuenta al realizar el diseño de una instalación son los siguientes:
·         Iluminancias requeridas (niveles de flujo luminoso que inciden en una superficie)
·         Uniformidad de la repartición de las iluminancias.
·         Limitación de deslumbramiento
·         Limitación del contraste de luminancias.
·         Color de la luz y la reproducción cromática
·         Selección del tipo de iluminación, de las fuentes de luz y de las luminarias.
Por lo tanto es importante tener en cuenta la cantidad y calidad de luz necesaria, siempre en función de la dependencia que se va a iluminar y de la actividad que en ella se realizará.
Como elementos de un sistema de iluminación tenemos:
·         Fuente de luz. Tipo de lámpara utilizada, que nos permitirá conocer las necesidades eléctricas.
·         Luminaria. Sirve para aumentar el flujo luminoso, evitar el deslumbramiento y viene condicionada por el tipo de iluminación y fuente de luz escogida.
·         Sistema de control y regulación de la luminaria.
Para resolver la iluminación interior, se han de barajar diversos aspectos, como son el estético, el de confort visual, y el de eficiencia lumínica y energética.
Tanto en la elección de la lámpara o tipo de luminaria, se ha diferenciado el tratamiento a tomar en 3 diferentes bloques, con soluciones lumínicas distintas, aspectos justificados posteriormente. Dichas zonas las resumimos en: -
- Iluminación decorativa. En zonas en las que impera el sentido estético y no el de rendimiento lumínico. Normalmente, se adopta un alumbrado semiinderecto en los pasillos y habitaciones para atenuar el efecto de sombras y brillos producidos por el alumbrado directo.
 - Iluminación en zonas de trabajo administrativo. En estos recintos, como pueden ser oficinas, despachos y salas de conferencias, impera el aspecto de confort visual, así como el estético. Se utilizarán luminarias aptas para todo tipo de fluorescencia, de luminancia suave, proporcionando sensación de bienestar con bajo contraste entre los diferentes elementos del sistema.
I- luminación en zonas con atmósferas sucias, corrosivas o en contacto

Para obtener un alumbrado adecuado para el confort visual, cabe actuar desde una iluminación sensiblemente uniforme de la superficie del local, o bien iluminar de una forma individual y especial el lugar de estudio según un criterio localizado. Por último, también puede producirse el caso, de que, para determinadas tareas, aun teniendo un alumbrado general satisfactorio, sea necesaria una exigencia mayor en determinados puntos, a los que se les suplementará la iluminación, para adaptarlos a ciertos valores específicos en lugares donde se realizan importantes trabajos visuales. Estos tres tipos de alumbrado se denominan: general, localizado y suplementario. La denominación de suplementario indica que no se utilizará de forma única, sino cualquiera de los dos sistemas anteriores.

Tipos de alumbrado
(ver fotografías en el anexo)

El alumbrado general se aplicará con ventaja en los casos de locales que se hallen densamente ocupados o de lugares sujetos a frecuentes modificaciones. El de tipo localizado quedará restringido en lugares de trabajo que exijan niveles de alumbrado muy elevado y variable.
En general ni el alumbrado local ni el suplementario deberán emplearse nunca solos, sino combinarse con el general. El problema radica en evitar una relación de contrastes excesivos y violentos entre el punto de estudio y sus aledaños. Para que el ojo humano no detecte diferencias de iluminación, es deseable una uniformidad de repartición de luminarias superior al 60%; por ello, los niveles de alumbrado general y local deberán ser proporcionales entre sí.
(VER TABLA 1 ADJUNTA CON LAS CARACTERÍSTICAS APROXIMADAS DE LOS SISTEMAS DE ALUMBRADO)


El alumbrado natural: el empleo de la luz natural para la iluminación de interiores es una excelente alternativa para optimizar el consumo de energía por alumbrado en edificios. Además, siempre es importante tener en cuenta que, aún cuando la disponibilidad de la luz natural no sea suficiente para la realización de las tareas, hay un alto porcentaje de personas que prefieren trabajar con luz natural o al menos, tener en sus hábitats  la apariencia de iluminación diurna. Por otro lado, el hecho de disponer aberturas brinda una serie de ventajas adicionales en relación con los objetos de un diseño, por ejemplo: posibilita el acondicionamiento ambiental y la ventilación local, permite el contacto visual y físico con el exterior lo cual contribuye al bienestar y la satisfacción de los usuarios, si el escenario a través de las ventanas está adecuadamente tratado.
En relación con el alumbrado natural, los aspectos a abordar en un proyecto de iluminación comprenden:
·        la determinación del potencial de la luz natural
·        la coordinación entre el alumbrado natural y artificial
·        la selección del equipamiento para el control de la luz artificial
·        el diseño de ventanas
Sistema general de  cálculo de la iluminación requerida.
Antes de poder empezar a calcular el nivel de iluminación de un local, hace falta recabar una serie de datos, tanto del local como de la lámpara escogida y de la luminaria que la contenga, así como una serie de factores adicionales.
1.        Datos sobre el local
·        Dimensiones del recinto
·         Índices de reflexión o grado de reflexión (techos, suelos y paredes, que dependen del tipo de color y material de los anteriores elementos)
·         Tipo de actividad del local
Como criterio general, en aquellos locales en que se desarrolla actividad laboral se toman valores de luxes próximos a los recomendados, mientras que en el resto se tomarán cercanos al mínimo, pero siempre superiores a éste. Los tipos de lámpara y de luminaria se adoptan según los criterios que se mostrarán posteriormente. Finalmente, el número de lámparas por luminarias y el número de luminarias por local, son consecuencia del cálculo.
2.        Datos sobre la lámpara
La lámpara es la parte activa del sistema, es decir, quien nos proporciona la luz. Para poder elegir el tipo de lámpara más adecuado en cada recinto, es necesario saber las siguientes características:
  Tipo de lámpara (fluorescente, incandescente, halógena...)
  Flujo de la lámpara, es decir, la cantidad de luz que emite una lámpara determinada. Con este concepto viene relacionado el de eficacia luminosa o rendimiento luminoso, que nos da la relación entre la cantidad de luz producida por la fuente (lúmenes) y la energía eléctrica consumida de la red para su funcionamiento. Este detalle lo proporcionan los fabricantes en sus catálogos.
  IRC y temperatura de color, son los detalles de las características físicas de la luz que emite la lámpara, el color aparente de la luz y la capacidad de ésta para reproducir los colores fielmente, influyendo en el aspecto acogedor de una estancia. Son aspectos a tener muy en cuenta, ya que estos provocarán sensaciones en los usuarios, dependiendo del tipo de color.
Color de la luz
Como tonalidades tenemos:
·         Cálidas. Tonalidades amarillentas sobre los 3000 ºK.
·         Frías. Tonos blancos similares a los que da la luz solar. Entre 5000 ºK y 6000 ºK.
·         Neutra. Tonalidades intermedias cercanas a los 4000 ºK.
A la hora de escoger un tipo de lámpara, también será conveniente saber su vida media útil, generalmente considerado el tiempo en que tarda en disminuir un 20% su intensidad luminosa. Esto nos repercutirá en el coste de explotación de la fuente de luz en servicio. Asimismo, son datos también suministrado por los fabricantes.
Efectos psicológicos del color de la luz
Existe una interrelación muy directa entre el nivel de flujo luminoso y el color de la luz, con efectos psicológicos que pueden producir en las personas. Está relación viene determinada en el Diagrama de Kruithoff, representado en la figura 1.2.:

Los colores cálidos tienden a activar y relajar, mientras que los colores fríos se utilizan para inducir al individuo a liberar su energía.
el color de la luz, su distribución y los colores utilizados en un espacio determinado son, entre otros, los principales factores que influyen en las sensaciones de las personas. Dados los muchos colores y factores de confort existentes, es imposible establecer las directrices precisas, especialmente teniendo en cuenta que todos estos factores deben combinarse de acuerdo con las características y necesidades de un determinado puesto de trabajo o situación. Por lo demás es posible citar varias normas prácticas  básicas y generales que pueden contribuir a crear un ambiente habitable.

·        los colores brillantes provocan sentimientos de confort, estímulo y serenidad, mientras que los colores oscuros tienden a tener un efecto deprimente.
·        las fuentes de luz de colores cálidos ayudan a reproducir bien los colores cálidos. los objetos de colores cálidos son más agradables a la vista con luz cálida que con luz fría.
·        los colores claros y apagados (como los pastel) son muy apropiados como color de fondo, mientras que los objetos deben tener colores ricos y saturados.
·        los colores cálidos excitan el sistema nervioso y transmiten la sensación de que aumenta la temperatura.
·        los colores fríos son preferibles para los objetos. Tienen un efecto calmante. Los colores fríos contribuyen a crear una sensación de descenso de la temperatura.
·        La sensación de color de un objeto depende del color de fondo y de la fuente de luz sobre su superficie.
·        los ambientes físicamente fríos o cálidos pueden atemperarse utilizando una iluminación cálida o fría respectivamente.
·        la intensidad de un color será inversamente proporcional a la parte del campo visual normal que ocupe.
  • El color puede influir en la apariencia espacial de una habitación. El techo de ésta parecerá ser más bajo si sus paredes se pintan de un color claro y el suelo y el techo de un color más oscuro. Y parecerá se más alto so las paredes son más oscuras y el techo claro.

lunes, 14 de marzo de 2011

Apuntes diseño: Diseño de interiores. Ambientación y materiales

EL DISEÑO DEL ESPACIO HABITABLE. INTERIORISMO Y AMBIENTES. MATERIALES.

Se trata de un tema de vital importancia porque hace referencia a nuestro entorno más próximo, el espacio donde vivimos y en el que interactuamos con otros seres. Es importante conocer las raíces históricas de nuestro emplazamiento, los aspectos más relevantes de la arquitectura que nos rodea, en qué se basa el interiorismo y la decoración, y cómo influye el uso de unos materiales u otros en ella. Para ello empezaremos por definir espacio habitable, haciendo una breve referencia histórica. Más tarde hablaremos del interiorismo, la ambientación y la decoración, para finalizar con una referencia al uso de los materiales según unos fines determinados.

Comencemos pues ha hablar sobre el espacio habitable. La forma en que los individuos se organizan viene determinada por las relaciones que se establecen en el entorno urbano (organización social, económica y cultural). El espacio habitable es aquello que el hombre ha creado de forma artificial para necesidades de cobijo, entretenimiento, esparcimiento, comunicación, culto, actividad laboral, educación, etc…pudiéndose establecer dos niveles: el trazado urbanístico y el diseño de interiores. Si atendemos a la definición que plantea Philip Rawson del diseño como visión general, tendremos que entenderlo como “medio por el que ordenamos nuestro entorno, remodelando los materiales naturales para satisfacer nuestras necesidades y lograr nuestros propósitos. Surge en la zona intermedia entre la humanidad y el entorno natural y expresa las intenciones, deseos  y esperanzas humanas”.  Sin embargo, es necesario establecer unos niveles de objeto, local, edificio, urbanismo y territorio. Fue Leonardo Benévolo quién más profundizó en el espacio habitable en su libro: Diseño de la ciudad. La descripción del ambiente, en el que propone dos modos de ambiente. El primero definiendo los instrumentos y los objetos en que el hombre se encuentra inmerso, empezando por los objetos simples, los espacios mínimos en el hábitat, las casas, la ciudad, y el territorio. El segundo realizando un recorrido por los diversos períodos históricos.

Veamos la evolución histórica del espacio habitable. A lo largo de los tiempos, el hombre ha mantenido una constante de reflejar en los lugares donde vive una serie de formas e imágenes que sirven para diferenciarlo de otras culturas. Durante la Prehistoria, por ejemplo,  los espacios habitados no sólo daban protección física a sus moradores, sino que existía una relación mágica entre los símbolos que en ella se ubicaban y sus habitantes. Vemos también un claro ejemplo de esto en la cultura egipcia, reflejando todo un inventario de escenas que conforman su modo de entender la vida. En la época clásica aspiraron a descifrar los enigmas de la propia naturaleza, por lo que establecían relaciones entre las partes y el todo, expresando en imágenes y construcciones su idea del universo. Y en la Edad Media las escenas apocalípticas se expresaron los miedos de su sociedad.

A la hora de estudiar el espacio habitable debemos establecer una escala de valores “in crescendo” para facilitar su análisis y sus características. Para ello llevaremos a cabo un claro esquema.
  1. Los objetos: son los medios que permiten al hombre su relación con el entorno. Estamos rodeados de ellos y los utilizamos a diario, formando parte de nuestra vida cotidiana.
  2. Las estancias y locales: son los acoplamientos de objetos para acciones concretas. Por decirlo de otra forma, son el escenario de los objetos, lo que denominamos como “habitación”.
  3. La vivienda: deriva del acoplamiento de varias habitaciones. Es la unidad mínima arquitectónica y célula fundamental de la ciudad.
  4. El edificio: se trata del acoplamiento de viviendas, locales, etc… con los servicios necesarios.
  5. El barrio: es una asociación primaria que comprende un cierto número de viviendas con sus servicios colectivos.
  6. La ciudad: núcleo autosuficiente para un grupo humano. Un grupo de barrios, más rica en servicios y por tanto más complicada, que se rige por unos parámetros organizativos.
  7. El territorio: es el escenario de relación entre la ciudad y el medio natural.

Pasemos a desarrollar el interiorismo y los ambientes. Comencemos por aclarar el concepto de “hábitat”, éste es el medio físico en el que el hombre vive y se desenvuelve, y las circunstancias que influyen en ello de forma positiva o negativa. De esta manera, el interiorismo será la actividad que se ocupa de acondicionar y decorar los espacios interiores de la arquitectura, y el ambiente será el medio determinado que rodea al hombre y en el cual actúa. Los factores de carácter externo que condicionarán el interiorismo serán: el propio individuo, tanto a nivel cultural, como social y laboral; y el entorno, como grupo socioeconómico, la situación geográfica y la zona de vecindad.

Una disciplina a tener en cuenta en el estudio de diseño de interiores es la ergonomía y la antropométrica, que plantean la visión del espacio como un conjunto de relaciones entre los factores humanos y las necesidades del espacio para adecuarlo al hombre. Estas constantes están relacionadas con los aspectos bio-fisiológicos, morfológicos y operativos del hombre. En este sentido se establecen las siguientes superficies en la definición antropométrica de los espacios:
  1. superficies de ocupación: que comprenden las medidas horizontales de las máquinas, mobiliario y objetos necesarios para las diferentes actividades de las personas que habitan ese espacio.
  2. superficies de utilización: es la superficie requerida para el funcionamiento del mueble o máquina y la ocupada por el operador o usuario del mueble.
  3. superficies de circulación: son los recorridos que se establecen para los accesos a los diferentes ambientes o zonas dentro de un determinado espacio.

Veamos de nuevo una breve referencia histórica para ejemplificar lo expuesto.
Comencemos por el interiorismo en el Antiguo Egipto. Aquí las paredes de las casas se cubrían de cal o pintura a base de hojas de palma o papiro. También con esterillas de junco trenzado, que junto a los muebles de marfil y piedras preciosas daban a las viviendas un aspecto ostentoso. Los palacios cretenses se decoraban con frescos coloridos y con objetos de marfil, cerámica, oro, bronce y plata. En la época romana, como ya hemos comentado, los suelos se pavimentaban con bonitos mosaicos y las paredes se decoraban con pinturas de paisajes en trampantojo, tal y como podemos ver en Pompeya, una de las pocas ciudades que han perdurado prácticamente intactas tras la intrusión del Vesubio, que la cubrió por completo.  Se sabe también que se hacía uso de sofás acolchados y reclinables, cortinas de seda, lana y lino, y que tenían una decoración a base de metales preciosos, cristal y cerámicas. La cultura árabe estará marcada por la decoración vegetal o ataurique, geométrica o lacería y epigráfica. Se crearán arabescos en las paredes, azulejos, estucos, alfombras y cortinas de seda o terciopelo. En la Edad Media destacarán los tapices en las paredes de piedra. Durante el Renacimiento la tendencia la marcarán los techos altos decorados con molduras de escayola, y en Inglaterra se desarrollará el estilo Tudor, una mezcla de madera y ladrillo. El Barroco seguirá la moda de los reyes gobernantes: Luís XIII, Luís XIV… hasta llegar a Luís XV con el Rococó, caracterizado por las paredes en tonos pastel, frescos con escenas de la naturaleza, tapices con finas texturas, suelos de marquetería geométrica y la aparición del escritorio, un nuevo tipo de mueble. El Neoclasicismo seguirá la línea de Luís XVI, líneas y ángulos rectos,  y tallas sencillas. Durante la época napoleónica asistiremos al llamado “estilo imperio”, donde se retomarán las formas clásicas y egipcias. En el siglo XIX tanto en Inglaterra como en EEUU estarán marcados por el “estilo victoriano”, con interiores recargados destacándose los tejidos con flecos y el coleccionismo de baratijas. A finales de este mismo siglo se han de destacar también el Art and Crafts, con el que William Morris pretende volver a la sencillez de la artesanía, y el Art Nouveau, de superficies onduladas y exóticas. Con el siglo XX llegará el eclecticismo, primero debido a las tendencias marcadas por las vanguardias, todas ellas de corta vida, y después por la influencia de otros movimientos contemporáneos. Por un lado estarán los tradicionalistas que se esmerarán en la decoración con antigüedades y por otro los funcionalistas, obsesionados por adaptarse a la vida contemporánea. Podemos destacar algunos de los estilos más significativos como el marcado por la revista De Stijl, la escuela Bauhaus, el Op Art o el Pop Art.

Lo que está claro, viendo este recorrido por la historia del interiorismo, es que las tendencias y los estilos han ido cambiando y adaptándose a los gustos de la sociedad. La decoración transformará lugares sin personalidad en emplazamientos acogedores de acuerdo con su función y con el modo de ser de las personas que los habitan. Decorar es por tanto, crear un ambiente en un espacio por medio de masas, colores y luz, de modo que se amolde a la psicología de las personas que van a habitarlo. Para ello se hará uso del color, la forma, las proporciones, el estilo y la luz creando composiciones cuya finalidad será organizar todos los elementos físicos creando una estructura coherente y agradable a los sentidos. Se tendrán en cuenta los principios de:
-          unidad: cuando todos los elementos se conciben y disponen lógica y agradablemente sin competir por un posición preponderante, expresando una única idea,
-          variedad: utilizando el tipo y el grado exactos,
-          contraste: entendiéndose como síntesis de elementos contrarios,
-          centro de interés: ya que se ha de crear un centro visual que atraiga la mirada y que aparezca dominando netamente el conjunto,
-          equilibrio,
-          ritmo,
-          proporción,
-          escala y
-          materiales.

De estos últimos veremos como han ido cambiando a lo largo de los tiempos. En los inicios se hizo uso de adobe y plantas, y poco a poco se fue evolucionando hacia una variedad que se amplió con la Revolución Industrial con el empleo de hierro, acero, vidrio y plásticos, materiales nunca antes utilizados en construcción. Actualmente se hace uso de ladrillo, piedra, madera, argamasa, hormigón, hierro, vidrio y cerámica entre otros. La nueva decoración propondrá pinturas plásticas y resistentes que imitarán numerosos efectos en paredes, y cerámicas y pavimentos con variados diseños. El desarrollo tecnológico dará carácter decorativo a electrodomésticos y otros aparatos audiovisuales que antes cumplían una función meramente utilitaria.

Un intento de establecer un modelo de armonización de los materiales es el que establece tres tipos:
  1. Las que se realizan con un solo material, variando la técnica de intervención o variando los modos de aplicación.
  2. La armonización de materiales análogos de un mismo grupo según su naturaleza: metálicos sintéticos, pétreos y orgánicos. Se crean de este modo contrastes entre sus cualidades naturales, también se consigue armonía variando los tipos de intervención y la distinta aplicación del material, como en el caso anterior.
  3. Enfrentando cualidades de materiales opuestos de diferente naturaleza, enfrentando las cualidades, las intervenciones y la armonía de un solo material.
Veamos por último una tabla de clasificación de los distintos materiales.




MATERIALES
PÉTREOS
METÁLICOS
ORGÁNICOS
SINTÉTICOS
Características y cualidades
Rocas hidráulicas, vítreos, cerámicos…
Férricos, no férricos
Maderas, textil, pieles…
Plásticos, resinas sintéticas.

1. Por su naturaleza
Fragilidad, cromatismo, composición, maleabilidad (arcillas)
Ductilidad, elasticidad, plasticidad, maleabilidad, resistencia a la tracción y compresión, brillo, fusibilidad, cromatismo.
Cromatismo y composición, flexibilidad, resistencia a la tracción y compresión.
Maleabilidad, sustancias coloidales.
2. Por su intervención
Pulido, fracturado, tallado, modelado, mecanizado, etc..
Pulidos, oxidados, embutidos, mecanizados, etc…
Pulido, fracturado, tallado, mecanizado, etc…
Vaciado (líquidos), modelado (plástico), mecanizado…
3. Por su instalación
Aparejo
Remachado, soldadura, ensamblaje…
Ensamblado, tapizado, cubrición (cortinas), revestimiento.
Ensamblado, tapizado, cubrición, revestimiento.



Para finalizar el tema haremos un breve repaso a todo lo expuesto. Hemos comenzado por definir espacio habitable y sus escalas de valores. A continuación hemos hecho una aproximación al interiorismo y la ambientación, para finalizar con la decoración y el uso de los distintos materiales. Todo ello, unido a la evolución histórica en cada uno de los apartados, para ejemplificar mejor lo expuesto.

Ambientación. Combinación de Colores

1.- Entre la Armonía y el Contraste

Cuando se requiere elegir una paleta de colores, habrá que utilizar todo nuestro conocimiento e intuición para escoger la combinación de colores correcta. Esta combinación puede basarse en armonía o contraste.

Armonía

Existe armonía cuando la integración de todos los colores (matices, valores, etc.) producen una unidad grata a la vista, equilibrada y serena.

Contraste

Existe contraste cuando la unión de varios colores produce una especie de choque que crea una unidad cromática más vital y dinámica. Claro que aquí hay que tener cuidado: una oposición demasiada violenta entre dos o más colores puede producir desarmonía (unidad cromática desagradable para el ojo humano).
En general, el uso ideal del color es aquel que integra, en un mismo ambiente, armonía y contraste. Para ello la norma dominante se basa en aplicar un color matizado, con grises, suave, ocupando la mayor parte del trabajo, aplicando después en zonas menores, otros tonos afines armonizando. Y finalmente pequeñas notas de colores puros contrastados. Pero, como veremos a continuación, hay diferentes maneras de combinar colores.

Combinación Monocromática

Es la combinación más simple de todas. Consiste en utilizar un solo color y sus matices, o sea, el mismo color como base con diferentes tonalidades e intensidades, por ejemplo: verde claro, verde intermedio y verde oscuro. Esta "monotonía" se puede atenuar: 1) aplicando distintos tipos de texturas que sean las que provoquen contraste y 2) utilizando matices de color muy distanciados (ej. azul claro, azul oscuro).

Combinación de Complementarios

Es la combinación con el contraste más fuerte. El complementario es aquel color que, trazando en el círculo cromático un diámetro desde cualquier color, es tocado por ese diámetro -colores diametralmente opuestos en el círculo cromático-, ejemplo: verde y rojo. Los complementarios de los primarios, por ejemplo, son los secundarios.
Las combinaciones de colores complementarios producen el mayor grado de contraste sin caer en la desarmonía. En decoraciones aburridas o poco vitales, podemos animarlas con detalles en colores complementarios.

Combinación por Analogía

Es una combinación de contraste suave. Consiste en reunir colores que incluyan todos un mismo color como base (ej. amarillo, amarillo-verdoso y amarillo-anaranjado).
Esta combinación está dada por colores que en el círculo cromático son adyacentes, o sea, que están uno al lado del otro. Por ejemplo, un color primario y los dos que están a su lado. Esta combinación se puede conocer también como colores armónicos y es una combinación de contrastes suaves.

Combinación por Complementos Divididos o Complementarios Cercanos

Esta combinación se consigue utilizando un color y los adyacentes de su complementario.

Combinación por Tríos Armónicos

Es una combinación de máximo contraste, visualmente excitante. Tomando como punto de partida cualquier color, podemos trazar un triángulo equilátero en el círculo cromático, que nos dará en sus vértices, los otros dos colores restantes que forman el trío armónico. Por lo tanto, el trío armónico está formado por los tres colores que quedan en los vértices si trazamos un triángulo equilátero en el círculo cromático.
De esta manera los primarios forman un trío armónico entre sí, igual que los secundarios. Por tratarse de una combinación demasiado violenta (colores que "chocan" entre sí), se utilizan relativamente poco y con mucho cuidado.

El Lenguaje del Color

Es bien conocido que los colores producen unas especiales reacciones y estados en los sujetos que los miran. Del mismo modo produce variaciones visuales en el ambiente, haciéndolo parecer con características diferentes a las reales. Pero para entender el lenguaje del color es necesario conocer a qué se le llaman colores cálidos y fríos.

Colores Cálidos y Colores Fríos

Para obtener la división entre colores fríos y cálidos basta con trazar una línea en el círculo cromático desde el amarillo-verde hasta el rojo-violeta. Los colores de la izquierda, que contienen rojo y amarillo, son los cálidos, y en la derecha el azul y los colores que contienen esa mezcla son los fríos. El colores verde y violeta puros son neutros y su grado de temperatura depende de la proporción en que se les adicione rojo, amarillo o azul.
Los colores cálidos (amarillos y rojos) tienen un efecto estimulantes y dan la impresión de que avanzan, que se adelantan de la superficie que los contiene. Esto provoca sensación de cercanía. Son colores vitales, alegres y activos.
Por el contrario, los colores fríos (azules, verdes y violetas) producen una acción relajante y un efecto de retroceso, alejamiento, generando sensación de distanciamiento. Producen una impresión de reposo y calma, y utilizados solos pueden dar efecto de poca intimidad y de tristeza.
En habitaciones grandes los colores cálidos y oscuros ayudan a disminuir visualmente el espacio. En un esquema de líneas predominantemente horizontales, los colores cálidos sirven para aumentar aparentemente el tamaño de los muebles y elevar los techos.
En tanto los colores fríos y los tonos claros nos permiten agrandar el lugar. Un pasillo estrecho, por ejemplo, adquiere aspecto de mayor anchura si está pintado con un color frío.

Sobre los Colores Cálidos

Rojo:El rojo puro es el color más vital, asociado a la acción intensa y excitante. Usado puro puede resultar un tanto violento, por eso debe ser usado con moderación, en detalles o pequeñas áreas. De toda la gama de rojos -bordó, bermellón, magenta, etc.-, se puede decir lo mismo. El rojo rebajado con blanco, en tonos más pasteles, puede en cambio producir confort y calidez.
Naranja:El naranja puro es, también, un color asociado con la vitalidad, pues comprende mezcla de rojo y amarillo. Tan excitante como el rojo, también debe usarse con moderación y respeto, evitando los grandes espacios. Siempre es mucho mejor utilizar combinaciones de naranja menos fuertes: salmón, etc.
Amarillo:El amarillo evoca fuerza y voluntad. Es excitante y tiene su lugar más adecuado en las habitaciones con poca luz.

Sobre los Colores Fríos

Azul:Es el color más frío de todos. Expresa calma, quietud y reposo. Por su calidad de sedante es útil para zonas de trabajo y habitaciones. Mezclado con verde o violeta, reduce su austeridad y frialdad. En habitaciones muy iluminadas no es conveniente utilizarlo, pues absorbe luz y por lo tanto resta luminosidad.
Verde:Por ser un color mezcla entre azul y amarillo, dos colores de características opuestas, podríamos decir que es un color equilibrado, que expresa quietud, vegetación, frescura. El verde puro es un color neutro, que puede hacerse más frío aumentando la cantidad de azul o más cálido aumentando la participación de amarillo. Los más estimulantes, por supuesto, son los verdes-amarillos. En el todo es mejor utilizarlo en tonos pastel, y puro sólo para detalles.
Violeta:El violeta es un color que produce tristeza. Es el color religioso, místico por excelencia. Es un color indiferente y distante, capaz de evocar la idea de misterio. Por ser el de una onda de longitud más corta expresa silencio y profundidad triste. Aumentando su proporción de rojo se hace más vital y activo. Aumentando el azul, acentúa su frialdad y distanciamiento. Los matices lila y lavanda son de un marcado perfil femenino.

Bibliografía:

-          ZEVI, B.: Saber ver la arquitectura, Poseidón, 1976
-          CHING, F.: Arquitectura, forma, espacio y orden,.
-          CRUZ EMERIC, R: Principios del diseño escenográfico, Universidad de Puerto Rico, 1979
-          GIEDION, S: Perspectiva y urbanismo, Ed. Cintífica- médica, 1968
-          JENKS, Arquitectura internacional, últimas tendencias, Ed, GG,1989
-          BENËVOLO, L, Diseño de la ciudad. La descripción del ambiente, GG, 1979
-          RAWSON, P: Diseño, Ed. Nerea, 1990